“Vivir de la literatura sí es un sueño y para la mayoría no es un trabajo”: Entrevista a Iván López Renteral, ganador del Premio Nacional de Dramaturgia “Emilio Carballido” 2023

 

Fotos y texto por: Wendy Delgado.

Iván López Renteral es un artista visual y autor de la obra “Cuando sea dictador también gritaré a los aires que te quiero”“Cuando sea dictador también gritaré a los aires que te quiero” merecedora del Premio Nacional de Dramaturgia “Emilio Carballido” 2023. Se trata de un joven que, a pesar de su corta edad, se arriesga a tocar temas sensibles y polémicos para ponerlos en la mesa, con el fin de hacer reflexionar al lector.

Esta entrevista abordó la primera obra publicada por este escritor, tanto el tema central, así como todo el proceso creativo al que conlleva escribir dramaturgia. La obra galardonada es acerca de las desapariciones forzadas… Aunque se enfrenta con un tema complicado, Iván le da la vuelta escribiendo una comedia protagonizada por dos investigadores en la búsqueda de Mercedes Hernández, quien desapareció hace más de 30 años.

¿Por qué escribir sobre un tema que puede resultar fuerte?

Principalmente que es un tema que sucede día con día. (…) Es un tema que todavía continúa muy vigente, aunque intente no estar en primeras planas, en los periódicos, en las noticias; continuamente es un tema que acontece subterráneamente en la vida de muchas personas, que hay muchos afectados directos e indirectos.

En lo particular, yo crecí en la época en donde el fenómeno se acrecentó más o más bien en donde el fenómeno comenzó, se disparó y se mantuvo (…) Cuando yo era pequeño y tenía, no sé, pasaba por mi infancia o mi adolescencia, durante esas épocas sí estuvo muy fuerte el asunto de la violencia y la desaparición forzada. Y yo nací en el puerto de Veracruz, entonces ahí en el barrio en el que yo nací estaba todavía peor el asunto, había mucho narcomenudeo, había mucha violencia, muchos intercambios de cuerpos entre diferentes carteles que se disputaban la zona, una cosa terrible y bueno, inevitablemente escribí sobre ello.

Entonces por eso creaste a Mercedes. Mercedes, la protagonista. ¿Para ti quién es o qué es Mercedes?

Bueno, en una cuestión de narrativa, por lo general intentas que un personaje concentre no solo la idea de una persona, sino la idea de múltiples factores que quieras englobar en ese personaje. Y en este caso, Mercedes representa, no solo las víctimas de desaparición forzada en México, sino también las víctimas de desaparición forzada en todo el continente americano (…) Hay mucha desaparición por motivos políticos que todavía hasta la fecha hay familiares que buscan, (…) y se sigue hablando de eso, sigue siendo un tema muy recurrente en la sociedad, en el arte, en la política, en la literatura. (…)

Quizá las formas son cansadas (de exigir justicia), pero por eso me interesa tener una forma distinta para narrarlo. Y Mercedes intenta de ser también la representación de toda esa historia latinoamericana de desaparecidos forzados.

¿Cuál fue o cómo fue tu proceso el escribir toda la obra?

Lo que hacía habitualmente era escribir la obra de teatro, ver si contaba con uno o dos compañeros para poder llevarla a cabo y entonces escribir los personajes en función de las personas que podrían colaborar conmigo. Entonces, nunca llegaba a escribir muchos personajes porque no tenía tantos conocidos, (risas) Entonces en primera pues pensé que fueran pocos personajes para para que fuera más fácil montarla y para que fuera más sencillo encontrar dos personas más que quisieran ayudarme.

También quería que la obra fuera muy dinámica al momento de leerla, que no tuviera acotaciones (…) Lo del narrador es más bien joda, es como broma pues, de que en el teatro más que nada se utilizan narradores, aquí es un poco la broma de que te va diciendo cosas, pero en realidad tienen otro sentido más que la guía. Entonces decidí que también tiene que ser una broma muy fluida, quitar todas estas acotaciones que hacen que no se pueda leer como un objeto literario.

En el especto narrativo, en cuestión de formato estaba escribiendo mi tesis de licenciatura en ese momento, estaba harto del formato del método científico de la tesis habitual (…) y dije bueno creo que en el formato puedo encontrar algo lúdico y entretenido, entonces decidí que la investigación que estaba haciendo para mi tesis fuese esta. (…) me dediqué más a la investigación de aspectos históricos para ver cómo los narraba en la obra de teatro y pues mi apuesta fue un poco la idea que se puede hacer una investigación de otra forma que no sea precisamente una investigación académica.

¿Cómo haces la convergencia entre los conocimientos de tu otra carrera de artes y la dramaturgia?

Estudié artes visuales y ahorita estoy por terminar la licenciatura en lengua y literatura hispánica (…) Y la dramaturgia tenía ese punto de encuentro en dónde necesitas aspectos narrativos para poder hacer la obra, pero también necesitas la visualidad de la puesta en escena (…) Hay escenografía, hay objetos, hay vestuario, hay una serie de elementos que me parecían bastante conservadores (…) Y no necesitamos ser tan obvios. (risas) No creo que los objetos se limiten solo a ser representación y fue que dije, quiero integrar un guion de espectador con fotografías de los objetos que se estén investigando y entonces la silla ya no es solo el objeto, ya no tiene la función básica de una silla (…) también tiene otros motivos de ser en la vida. Y esa concepción sobre lo que podría llegar a ser la representación si tiene mucho que ver con mis estudios en artes visuales.

En artes visuales me fui por un camino muy conceptual, no tanto plástico (…) y en esa rama la representación de algo no es su representación literal, puede ser su representación a partir de la idea. Y por eso dije, claro voy a hablar sobre los objetos, les voy a tomar fotos y voy a hablar también sobre su forma de representación. (…) Esa seria la unión entre lo artístico y lo literario, la manera en la cual el objeto cambia su función porque está generando una representación anómala, y el papel de la fusión entre ambas cosas es encontrar una manera distinta de ver aquello que ha sido representado del mismo modo siempre.

¿Te gustaría escenificarla? ¿Cómo te gustaría que se pusiera en pie?

Justo cuando la escribí pensé en llevarla a escena, no hacer la dirección. Si no encontraba alguien más que actuara iba a actuarla yo con una persona más, pero al final no se logro el montaje y estuvo un rato en mi computadora. Cuando la estaba haciendo me estaba basando en varias cosas, al principio se pensaba hacer una obra de teatro con los objetos que aparecen en el libreto con una proyección. Entonces, en escena íbamos a estar representando lo que aparecía en el guion y en la proyección íbamos a tener una narración que estaba a veces de manera simultanea o de manera diferida (…) de tal modo que tenias dos narrativas distintas. (…) Pero ya me tocará después tener tiempo para hacerlo.

¿Cuál es tu objetivo al escribir sobre estos temas complicados?

Narrar esto de una manera distinta para que el espectador pueda volver a impactarse y a tener sensibilidad respecto a un tema que quizá ha dejado de estar tan presente (…) los medios de comunicación y el exceso de violencia generó que hubiese una insensibilidad respecto al tema y la gente estuviera mucho más acostumbrada a ello (…) México tiene una relación con la muerte muy diferente a la de cualquier otro país, es una relación muy interesante y con la violencia también, entonces, mi interés es encontrarle un modo distinto y por eso la obra de teatro es comedia, pese a ser un tema muy sensible… Pero, pues hay que buscar la parte en donde el tema, por más difícil que sea te permita explorar otros sentidos.

Obviamente no podía ser comedia si hablaba sobre las víctimas, en este caso estoy hablando sobre los investigadores (…) es también un poco aprender a escribir comedia, de qué hablar y de qué no, con qué puedes hacer reír y con qué no (…) no hieres la susceptibilidad de nadie porque tienes que aprender a narrar esas cosas (…) y además apelas a la susceptibilidad de las víctimas y no quería lucrar con el sufrimiento ajeno.

Entones es saber como abortar esos temas porque en mí hay un interés muy legítimo de hablar sobre violencia, pero encontrando un camino distinto con el único objetivo de que el tema continúe sobre la mesa y el espectador o el lector pueda observar el fenómeno desde un lugar distinto.

¿Y no te da miedo escribir al respecto?

Pues, no porque no mucha gente lee literatura. (Risas) Entonces si de repente un libro se vuelve un escándalo, es un escándalo entre 10 personas, no es como que mucha gente lo lea. (…) Me han contado cosas terribles (los periodistas) y pues a mí me toca más bien trabajarlo desde la literatura.

Entreviste a periodistas que no habían sufrido algún tipo de violencia directa, que tuvieron compañeros afectados o algo así y de todas maneras la afectación psicológica de “en algún momento me puede pasar algo a mí” está latente. Una noticia se esparce mucho más rápido que un libro, entonces por eso digo que la verdad no corro tanto peligro porque no se lee tanto (Risas) Es un poco ambivalente porque por un lado qué triste que no se lea tanto, pero por otro lado pues qué bueno porque si no realmente estaría corriendo peligro.

¿Cómo crees que sea el camino de conseguir logros siendo tan joven?

Obviamente está la constancia, es imposible conseguir becas y premios y si no estás siempre buscándolas. Si tienes que meter becas todo el tiempo, las primeras 2 o 3 veces no van a pegar porque estás aprendiendo a escribirlas y nadie te dice cómo hacerlo, no hay un formato, nadie te asesora, las personas que ganan por lo regular no quieren compartir sus proyectos (…) al premio Carballido había intentado una o 2 veces con otra obra.

Con esta misma obra le intenté a 2 premios diferentes también. (…) Y así con muchas cosas, de repente escribo para tal premio y cuando no queda lo envío a otro y cuando no queda lo envió a otro y así, así ha sido todo el tiempo (…) Entonces creo que sí es un asunto constante en donde tampoco hay que perderle fe al trabajo que uno hace, pero también aprender a convivir mucho con la derrota (…)

Con esta obra pasaba algo así, al principio tenía un formato distinto, luego lo corregí, lo envié, perdí, volví a corregir, lo enviaba, perdía, lo volví a corregir hasta que esta última corrección fue la que realmente hizo que el jurado pudiera seleccionarla (…)

Eso es por un lado, la constancia y la continua perseverancia, y por el otro lado creo que también está la necesidad de tenerlos. Creo que hay gente que de repente dice participé una vez y no quedé y pues ya. esto no es para mí y hay gente que participa continuamente porque dice bueno igual y con esto puedo comer bien (risas) igual y tengo mucha hambre y necesito ganar alguna vez un pinche premio y a mí me pasó ambas cosas necesitaba dinero y necesitaba también aprender y enviar y perder y enviar y perder hasta que vi que así es el asunto… Tengo 2 premios de como 50 intentos (risas) así son todas las cosas también.

¿Tú crees que se puede vivir del arte?

Pues la verdad no para siempre, a mí me ha tocado ahorita tener 2 años buenos, pero tuve mis malos (risas) lo bueno es que todavía estoy joven supongo, ya no estoy tanto, tengo 28 años. Como a los 26 empezó a funcionar esto bien pero ya estaba así como “híjoles” (…) Pero también fue como mira de todas maneras estudie esto así que campo laboral no tengo (risas) si o si voy a tener que trabajar en lo que sea que me encuentre y mientras tengo que desvelarme, es como tener dos o tres trabajos al mismo tiempo.

Mientras estás trabajando para algo que sí te da de comer, estás trabajando en esto otro que quizás (si te va bien) en un futuro si te dé para comer. Esa era mi apuesta en ese tiempo. (…) Pero en algún momento los frutos van saliendo y ahorita puedo vivir dos o tres años de esto, no sé si los siguientes dos o tres años pueda hacerlo, lo bueno es que esta cosa es muy endogámica también (…) Pero se acaba en algún momento y no puedas estar así hasta los cuarenta o cincuenta años y pues algo tendrás que hacer.

Entonces, no desanimo a las personas a que intenten vivir de esto, pero no es para todos (…) Porque vivir de la literatura sí es un sueño y para la mayoría no es un trabajo (…) Está chido, pero igual tiene estas cosas que te hacen decir que mejor sí quiero un trabajo estable (risas)

¿Tienes algún otro próximo proyecto?

Sí, ahorita estoy escribiendo un proyecto que fue becado por el PECDA (…) Es un libro de cuentos que se llama “Antología de siniestra para niños fantasma” (…) Escribí los 6 relatos, que son de fantasía, de terror y de ciencia ficción, pero trata sobre infanticidios y desaparición forzada y cosas así, pero desde la fantasía, es atractivo, está lindo y es tierno, es desde la visión de los niños también… No cualquier niño, un niño violentado.

¿Cuáles son tus recomendaciones para los jóvenes para que cumplan sus metas?

Lo primero que les sugeriría es que tienen que encontrar la madures y la claridad para saber hacia dónde desean dirigirse, porque pueden ser muy persistentes y trabajar mucho en algo que quizá no les vaya a generar felicidad o tranquilidad o paz en algún momento y terminará por ser un esfuerzo infructuoso (…)

Es muy importante reflexionar si aquel rumbo es el sitio donde te quieres ver proyectado en un futuro y si aquello que estas haciendo realmente te apasiona. A mí me pasa con lo literal y con lo artístico (…) Ese placer que me da trabajar en ello me sirve para otras funciones (…) Ese interés tiene que estar en todo el tiempo permeando todo lo que está pasando por tu mente. (…) si aquello que te apasiona está así de presente, entonces sí hay que esforzarse a seguir y seguramente llegará algo chido después de esto, porque no hay forma que con toda esa obsesión no llegues al camino que deseas.

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